Para evitar más rispideces internas, el Presidente cedió al acto del 17 de octubre. Por otro lado, y tras presionar a los empresarios con la ley de abastecimiento, les dio un guiño en relación a la prohibición de despidos y la doble indemnización. El doble discurso con el FMI.
El presidente Alberto Fernández durante el plenario de los movimientos sociales en Nueva Chicago.
Este domingo empieza el último tramo de la campaña: a un mes de las elecciones del 14 de noviembre, Alberto Fernández intenta atender todos los frentes, internos y externos, e intenta contentar a todos. Caricias y cachetazos a los empresarios. Señales al PJ tradicional, pero marcha atrás frente La Cámpora y el cristinismo. Críticas durísimas al Fondo Monetario Internacional, y una misión de paz a Nueva York con el jefe de Gabinete a la cabeza.
Encuentro con empresarios, amenazas por los precios y promesas sobre la prohibición de despidos
Alberto Fernández comenzó la semana este martes con un encuentro con empresarios: durante más de tres horas, almorzó con Marcos Bulgheroni (Pan American Energy Group), Hugo Eurnekian (Corporación América), Marcelo Mindlin (Pampa Energía), Javier Madanes Quintanilla (Aluar), Jorge Brito (Macro), Francisco De Narváez (Grupo De Narváez), Juan Martín de la Serna (Mercado Libre) y Alejandro Simón (Grupo Sancor Seguros).
Los empresarios pidieron el fin de la ley que prohíbe los despidos y de la doble indemnización, y el Presidente les pidió el apoyo explícito para las negociaciones con el FMI. La foto pareció el intento de abrir un camino de “consensos”.
En un almuerzo en Casa Rosada, empresarios le pidieron a Alberto Fernández terminar con la doble indemnización y la ley antidespido.
Al día siguiente, Roberto Feletti, en su primera reunión con directivos de empresas de consumo masivo y cadenas de supermercados como secretario de Comercio, exigió mantener congelados los precios de unos 1200 productos hasta fin de año.
Hasta este viernes no se había alcanzado un acuerdo, y los representantes de las principales empresas volverían a reunirse la semana próxima con el Gobierno para negociar la lista final de los productos que la Secretaría de Comercio Interior busca congelar.
Feletti -funcionario cristinista- advirtió que si el congelamiento de precios no se pone en marcha el próximo lunes por desacuerdos con los empresarios, se aplicarían la Ley de Abastecimiento y Precios Máximos.
El propio Alberto Fernández le advirtió este viernes a los empresarios que “los precios se incrementaron de una manera incomprensible” y anticipó que el Gobierno será “inflexible”, al hablar en el cierre del Coloquio de IDEA. Pero, por otro lado, aseguró que la prohibición de despidos y doble indemnización “no van a sostenerse en el tiempo”.
Entre los empresarios, la participación del Presidente dejó gusto a poco y mucha cautela.
La discusión con el FMI, atravesada por la interna oficialista
En septiembre, en su exposición ante la ONU, Alberto Fernández se refirió al préstamo del Fondo Monetario a la Argentina durante el Gobierno de Mauricio Macri como un “deudicidio”. Cada vez que se refiere a la deuda, el mandatario recuerda que se trató “del mayor préstamo otorgado por el organismo a un país miembro”.
La “deuda” se convirtió en uno dos principales ejes argumentales de la campaña del oficialismo. Por otra parte, la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el FMI también fue víctima de la interna del Gobierno entre Alberto Fernández y sector que representa Cristina Kirchner: la vicepresidenta no quiere ajustes en año electoral.
Y el Ejecutivo no estaría teniendo suerte en su intento de convencer al organismo de reducir las sobretasas que impone a los países cuyo endeudamiento supera sus cuotas. La discusión sigue abierta.
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, el embajador en los Estados Unidos, Jorge Argüello, y el cónsul, Santiago Villalba.
“Nuestra decisión de encontrar un rápido acuerdo con el FMI es absoluta. Pero un rápido acuerdo no puede conducirnos a un mal acuerdo. Vamos a seguir discutiendo hasta que estemos seguros que tendremos los recursos necesarios para poner de pie la argentina y garantizar el trabajo en nuestro pueblo. Solo a partir de allí, comenzaremos a hacer frente a las obligaciones que hemos heredado”, dijo este viernes el Presidente.
Mientras los cuestionamientos al FMI y la deuda “heredada” llenan sus discursos públicos, Alberto Fernández envió una “misión de paz” a Nueva York, en un intento por llevar tranquilidad y disimular las diferencias internas que reinan en el Ejecutivo en torno a cómo solucionar el problema de la deuda.
Este viernes, ante más de una veintena de inversores y empresarios en los Estados Unidos, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificaron la decisión de la Argentina de “honrar la deuda”, en busca de brindar certidumbre y cosechar apoyo en el marco de las negociaciones con el Fondo.
17 de octubre: una primera señal al PJ tradicional y una marcha atrás por presiones de La Cámpora
El martes, el jefe de Gabinete Juan Manzur anunció la decisión del Gobierno nacional de no realizar un acto por el Día de la Lealtad Peronista este domingo, y apoyar en cambio únicamente la movilización que organizaron la CGT y los movimientos sociales para este lunes 18 de octubre. Alberto Fernández había dialogado al respecto con la propia cúpula de la central obrera peronista durante una reunión a principios de este mes.
Sin embargo, tras el anuncio del Ejecutivo, comenzaron las presiones internas del cristinismo, que advirtió que marcharía el domingo independientemente de la posición de la Casa Rosada. El propio líder de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, confirmó que este 17 habría movilización en la Plaza de Mayo.
Dos días después de que Manzur anunciara la suspensión del acto del Gobierno, Alberto Fernández firmó personalmente una carta como el presidente del Partido Justicialista llamando a manifestarse en todas las plazas del país este domingo desde las 16hs. El Presidente volvió a hacer equilibrio en la interna.
Del consenso a la polarización: el Presidente volvió a confrontar con el macrismo en cada acto de campaña
Si, inmediatamente después de la derrota en las PASO de septiembre, Alberto Fernández ensayó brevemente un discurso “re-conciliador”, con el correr de las semanas de campaña quedó claro que ganaron los “duros” y que el blanco de todas las críticas oficialistas serían los cuatro años de Gobierno de Mauricio Macri.
Este viernes, al anunciar la puesta en marcha de un polo tecnológico en La Matanza con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Presidente volvió a apuntar contra Juntos por el Cambio y la “herencia recibida”.
Mauricio Macri, el principal blanco de las críticas del oficialismo.
“Celebro que esta obra se haga con un préstamo, qué lindo es que nos presten plata y la usemos no para que se fugue, sino para que crezca el conocimiento en la Argentina”, apuntó Fernández, en alusión a la gestión de Macri.
“Cuando algunos cierran el Ministerio de Ciencia y Tecnología, nosotros le vemos mucho sentido al desarrollo de la ciencia y la tecnología”, agregó.