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Como en cada Semana Santa la demanda de pescado se dispara y también los precios, aunque este año subieron más de lo usual.
Como todos los años cuando se acerca Semana Santa la demanda de pescado se dispara y junto con ella los precios de los productos que más suelen buscarse en las pescaderías. Tanto es así que los aumentos que se registraron en los últimos días hicieron que los precios, en comparación con la Semana Santa del año pasado, subieran muy por encima de la inflación registrada en el último año.
Así, por ejemplo, el kilo de merluza se vende este año con una suba del 66% con respecto al año pasado. En las pescaderías de la ciudad de Buenos Aires se consigue a 899 pesos el kilo y en algunos casos el precio trepa hasta los 1.100 pesos. Casi como los cortes de carne vacuna más vendidos.
Asimismo el filet de brótola se está vendiendo a 1.250 pesos el kilo y la merluza rebozada de forma casera a 1.200 pesos por kilo.
El salmón rosado en tanto, se convirtió en un pequeño lujo para pocos y se vende a 3.450 pesos el kilo mientras la bandeja de salmón ahumado se consigue a 1.300 pesos el kilo.
El calamar para preparar rabas se puede a encontrar a 900 pesos el kilo.
Al mismo tiempo el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) brindó una serie de consejos para una adquisición segura de pescado, alimento con un alto contenido proteico y una amplia variedad de vitaminas, minerales y ácidos grasos saludables e indicó que las principales cuestiones que se deben tener en cuenta al conseguir pescado fresco es el aspecto de la piel, ya que los colores deben ser vivos, tornasolados y sin decoloración.
Se indicó que el aspecto de la carne debe ser firme, translúcida y de superficie lisa y por otro lado si se adquieren productos ictícolas conservados en lata, es importante observar que no presenten abolladuras, no estén hinchadas, ni oxidadas.
Asimismo, aconsejan se chequear en el rótulo, la procedencia y el vencimiento.
En el traslado hasta el hogar, si queda lejos del lugar de compra, es preferible usar conservadoras y la mejor manera de conservar el pescado en la heladera es en envases cerrados que eviten la transmisión del olor al resto de los productos, y ubicarlos en los estantes más bajos disponibles.
